Tomando el belén como punto de partida, la exposición supone una ocasión única para aproximarnos a esa realidad y valorar las aportaciones culturales del mundo americano. Esta muestra se presenta como una invitación a descubrir la vivencia y la plástica del hecho religioso en el mundo virreinal pero también nos sugiere una nueva y diferente aproximación a la realidad americana ya que en los belenes se encuentran valiosas claves que permiten comprender mejor la sociedad de aquellas tierras en tiempos de su pertenencia a
La exposición que alberga el Museo de América muestra el Belén tradicional, un belén simbólico y no realista, con matices heterodoxos y que contiene en sí mismo tanto el plano terrenal como el celestial. De ahí, que entre sus personajes principales aparezcan tanto
La exposición, comisariada por Letizia Arbeteta, ilustra así toda una faceta de la vida americana, de clara inspiración devota o religiosa, pero que evoca la sociedad virreinal en la que con el tiempo, los magos pasan a ser el inca, el mestizo, el negro, o bien son negros que escoltan a un solo personaje blanco. Hasta la figura del Cristo también se transforma, fundiéndose en el imaginario colectivo con las deidades del sol naciente, o el niño de oro “Punchao”, y hasta la misma Virgen María se vuelve icono de la identidad de los nuevos territorios y ciudades, como es el caso de la Virgen de Guadalupe mexicana o de la Virgen de Quito.
Por su parte, también los pastores dejan poco a poco de participar en la escenificación religiosa del Nacimiento, para pasar a convertirse en otros personajes populares, y con los siglos, en iconos patrióticos de la Independencia, tal y como sucede con ciertas figuras ayacuchanas. Con todo, el denominador común de la exposición resulta ser, tal y como se nos revela, esa extendida afición por los pesebres, nacimientos o belenes, que se instaura en la sociedad colonial americana, y que pese a ser una tradición europea introducida por los españoles, alcanza en América un extraordinario desarrollo que se expresa con gran riqueza artística y material.
De ahí, que con la exposición se trate de explicar el origen de estas tradiciones y el enorme arraigo que alcanzan en la sociedad de los virreinatos americanos; pero que constituyen el mejor pretexto para atisbar la vida cotidiana en cada uno de ellos y, en especial, el ciclo de sus fiestas y celebraciones.
Así, dentro de la selección reunida, se destaca la rica colección de tipos populares que nos aportan algunos datos inestimables sobre la riqueza y variedad del mosaico social americano, con obras maestras del arte de lo minucioso, y cuyo realismo contrasta con la dorada belleza de los personajes sacros.
La mayoría de estos espectaculares objetos -fechados entre los siglos XVII y XX- han sido restaurados para la ocasión, y se exponen por vez primera al público, lo que hace de esta exposición un evento irrepetible, al tiempo que muestran una parte hasta ahora muy desconocida de las colecciones del Museo de América, entre las que se incluyen los ricos fondos procedentes de la antigua Audiencia de Quito que, además de exhibirse una vez finalizada su minuciosa restauración, se acompañan de un amplio estudio general y de un catálogo razonado.
[Fuente: Museo de América, Madrid]
1 comentario:
Muy interesante el blog. Me uno a la defensa de la Historia del Arte y pongo tu blog entre mis favoritos.
Tal vez te interese el mío.
Saludos
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