08 marzo 2007

Los primitivos flamencos a través de sus dípticos

Rogier van der Weyden. La Virgen con el niño entronizada, 1433 [Foto: Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid]Son pocas las ocasiones en las que el público tiene la oportunidad de apreciar en una sola exposición las piezas más importantes de un período o escuela y justamente en "Los Primitivos Flamencos, sus más bellos dípticos" ("Vlaamse primitieven, de mooiste tweeluiken") sucede esto. Tras un proceso de colaboración entre la National Gallery of Art de Washington, la Harvard University Art Museums de Cambridge y el Koninklijk Museum voor Schone Kunsten (Museo Real de Bellas Artes) de Amberes, se ofrecen en las salas de este último unos 30 dípticos de gran importancia realizados por los mejores Primitivos Flamencos. Dicha denominación, mal entendida con frecuencia, se adjudica a los artistas de Flandes que al ser comparados con los creadores renacentistas fueron considerados primitivos. Sin embargo, el desarrollo artístico que lograron los pintores de Los Países Bajos, en donde se encuentra sólo una parte de Flandes, continúa hoy dando de qué hablar -más allá de las diferencias entre las escuelas que coexistieron en esta región geográfica, y del preciosismo de las texturas, la profundidad de los colores y la sofisticación del tratamiento único de la luz que alcanzaron-.
Los dípticos como formato, en pequeña o gran escala, obtienen una amplia difusión al final de la Edad Media; aunque es bien sabido que su uso inicial se remonta a la Antigüedad, como tablas de escribir. Si bien los dípticos están divididos en dos partes, éstas algunas veces han sido concebidas a su vez como dobles, ya que cada lado cuenta con una cubierta, que a manera de puerta unida incluso con bisagras a la parte posterior, permite ocultar la tabla que le precede. En este sentido, son cuatro las caras que se pueden pintar en un díptico pero siempre las interiores poseen mayor importancia que las exteriores, en las que se suele imitar algún tipo de textura o se coloca un motivo relativo al donante. Así, aunque las referencias de los dípticos suelen ser religiosas y con una disposición muy específica de sus personajes, eventualmente se producen dípticos con temas profanos; pero es de decir que las piezas que se presentan en esta muestra, datadas de los siglos XV y XVI, son de carácter religioso.
Vale la pena destacar que esta exposición ha contado con préstamos de instituciones de la envergadura de la National Gallery of Art de Washington, el Kunstmuseum Basel, el Art Institute Chicago, la Alte Pinakothek de Munich, el Museum Boijmans de Beuningen de Rótterdam, la National Galleries of Scotland de Edimburgo, el Museo Thyssen Bornemisza de Madrid, el Kunsthistorisches Museum de Viena, y el propio el Museum voor Schone Kunsten de Doornik. De esta manera, piezas tan importantes como: el Pecado original (c. 1480) de Hugo van der Goes, San Jorge y el Dragón (1432-1435) y varias de las Madonnas de Rogier van der Weyden, la Madonna con dos ángeles y Cristo despidiéndose de su Madre (1509) de Gérard David, además de piezas de Hans Memling y Quinten Matsys, entre otros.
Del 3 de marzo al 27 de mayo de 2007, en el Koninklijk Museum voor Schone Kunsten de Amberes

Organizador: Koninklijk Museum voor Schone Kunsten de Amberes

Colaboración: National Gallery of Art de Washington y la Harvard University Art Museums de Cambridge de Massachussets

Obras: 30 dípticos
[Fuente: MasdeArte.com]

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