Los estudiosos de la evolución humana y no solo humana reconocen con unanimidad el potencial de la Cuenca Guadix-Baza. También coinciden en que el potencial está desaprovechado. Durante años, unos peculiares mecanismos de concesión de permisos para excavar mantienen abandonados muchos de los mejores yacimientos de Europa.
Según el artículo 6 del Reglamento de Actividades Arqueológicas de la Junta de Andalucía, para recibir autorización para trabajar en un yacimiento de esa comunidad, es necesario contar con una licenciatura del ámbito de las Humanidades. Esto impediría que, por ejemplo, los codirectores de Atapuerca José María Bermúdez de Castro y Juan Luis Arsuaga, biólogos, obtuviese una concesión de la Junta. Sin embargo, un licenciado en Filosofía podría solicitar un permiso.
Otra de las peculiaridades del reglamento andaluz es que no son los científicos quienes eligen qué yacimientos y qué objetivos son más interesantes. Es la Administración la que decide en qué lugares se excava y en cuáles no. “Ellos han decidido que solo se puede trabajar en Fuente Nueva 3 y Barranco León”, explica el investigador Luis Gibert. “Nosotros llevamos años intentando trabajar en la Solana del Zamborino, pero nunca hemos recibido autorización y el yacimiento lleva abandonado 30 años”, añade el geólogo.
Tras la publicación del artículo publicado por Gibert en Nature, el yacimiento granadino, con sus 760.000 años de antigüedad, se convertirá en una referencia en toda Europa para la tecnología achelense. Sin embargo, de momento, en la convocatoria realizada por la Junta que finaliza el próximo 15 de septiembre, no se considera que deba explotarse.
En otras comunidades, los científicos realizan una propuesta y la Administración decide si la aprueba o no. En Andalucía, pese al gran número de yacimientos y los 4.000 kilómetros cuadrados de la cuenca Guadix-Baza, y pese a que hay muchos científicos interesados por trabajar en la zona, la Junta prefiere restringir las actuaciones a dos lugares.
Luis Gibert, que durante los últimos tres años ha estado solicitando al Gobierno de Andalucía permiso para excavar en Granada, es hijo de José Gibert, el iniciador de los trabajos paleontológicos en la zona de Orce (Granada). Su mala relación con la Junta, que acabó con un contencioso administrativo entre el científico y la Administración, la ha heredado su hijo que aún no ha logrado que se apruebe ninguna de sus propuestas de excavación.
[Fuente: Público]
1 comentario:
Nos merecemos estos políticos?
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