Corta Filón Norte, Tharsis [Foto: Alejandro Pérez Ordóñez] |
El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía
ha acordado inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico
Andaluz, con la tipología de Zona Patrimonial, la Cuenca Minera de
Tharsis- La Zarza (Huelva), uno de los principales referentes para
conocer la evolución de la actividad minera en Andalucía.
Corta minera en Tharsis [Foto: Alejandro Pérez Ordóñez] |
La nueva zona protegida, con una superficie de 1.321,5
hectáreas, se reparte entre los municipios de Almonaster la Real,
Alosno, Calañas, El Cerro de Andévalo, Gibraleón, San Bartolomé de la
Torre, Villanueva de los Castillejos y Villanueva de las Cruces. El
conjunto reúne bienes arqueológicos, arquitectónicos e industriales que
ponen de manifiesto la huella de la minería en la comarca del Andévalo
desde la antigüedad prerromana hasta su explotación en los siglos XIX y
XX por compañías francesas, británicas y españolas.
La Cuenca Minera de Tharsis es el tercer Bien de Interés
Cultural que se inscribe con la tipología de Zona Patrimonial, tras el
paraje de Otíñar (Jaén) y el enclave minero onubense de Riotinto-Nerva.
Esta figura de protección recogida en la Ley 14/2007 de Patrimonio
Histórico de Andalucía tiene como fin preservar aquellos territorios y
emplazamientos que integran bienes diversos y de diferentes épocas,
además de ofrecer posibilidades de uso y disfrute para la ciudadanía.
Las cortas mineras se abren a pocos metros del casco urbano de Tharsis [Foto: Alejandro Pérez Ordóñez] |
La Zona Patrimonial declarada se distribuye en tres
sectores: el complejo minero de Tharsis, con 841 hectáreas de extensión;
el de La Zarza, con 401 hectáreas, y el antiguo ferrocarril que
permitía la exportación del material (79,5 hectáreas). En los dos
enclaves mineros se incluyen tanto restos arqueológicos como el legado
industrial y arquitectónico vinculado a la actividad.
Casino Minero de Tharsis [Foto: Alejandro Pérez Ordóñez] |
Entre los yacimientos, que atestiguan el temprano desarrollo
de la actividad minera y metalúrgica en la comarca del Andévalo,
destacan el prerromano de Pico del Oro y los romanos de Los Silillos, La
Esperanza, Filón Sur, Huerta Grande y Camino de la Herrería (todos
ellos escoriales); Filón Sur, Corta de Los Silos y Las Mesas (labores);
La Sabina, La Algaida y Los Cepos (galerías), y Pueblo Nuevo, Barrio
Modelo y La Peregrina (restos de hábitats).
Por su parte, las zonas de explotación minera de época
contemporánea presentan diferentes formas de aprovechamiento que van
desde la extracción a cielo abierto, representada en las cortas, hasta
la subterránea identificada en pozos y galerías.
En la zona de Tharsis se protegen las cortas Sierra
Bullones, Filón Centro, Filón Sur y Esperanza, con sus instalaciones
mineras y otros elementos como los canaleos, la denominada Chimenea
Gorda, la planta de tratamiento de oro y plata y los embalses Grande y
Pino. A 3,5 kilómetros al noroeste de Tharsis, se incluye también la
Mina de Lagunazo, donde destaca la corta del mismo nombre, el antiguo
poblado del Alosnito, la zona de calcinaciones, los canaleos, el embalse
y el depósito de agua.
En el enclave de La Zarza, la zona de explotación minera se
circunscribe a la Corta de Los Silos, el Pozo Algaida y la Mina de
Perrunal. Entre las instalaciones de la primera sobresalen el malacate
del Pozo Número 4 y la planta de decantación de lodos. La segunda
alberga un malacate, un embalse de canaleos, una planta de decantación
de lodos y un polvorín, además del embalse Puerto León. De la Mina de
Perrunal, que estuvo activa entre 1853 y 1969, se conservan el cargadero
y la trituradora de mineral, la estación eléctrica, los dispositivos de
almacenamiento de agua, la planta de decantación de lodos y algunos
talleres en estado de ruina.
Asociados a todos estos enclaves, la Zona Patrimonial
incluye los núcleos de población de Tharsis, Pueblo Nuevo y Lagunazo
(entidades locales menores pertenecientes al municipio de Alosno) y La
Zarza y Perrunal (dependientes de Calañas). Todos estos asentamientos
fueron construidos por las compañías francesas e inglesas de forma
rápida y sin planificación urbanística global. Las barriadas se
levantaban conforme a las necesidades de mano de obra, sin solución de
continuidad entre sí, y tan sólo el poblado de Lagunazo presenta una
ordenación clara.
Los poblados mineros reflejan tanto la transposición literal
de la pirámide social a su urbanismo como la adecuación a la orografía
del territorio. La clase directiva se asienta en las cotas más altas y
en las casas más grandes, y en el caso de Pueblo Nuevo aparece incluso
segregada del resto del pueblo. La adaptación al terreno, que busca
economizar al máximo la construcción, tiene algunas excepciones en
intentos de ordenación como los del barrio semicircular de Tharsis.
Junto con las viviendas, los poblados conservan
edificaciones vinculadas a la concepción paternalista de las compañías
mineras, que trataban de cubrir algunas necesidades de los trabajadores.
Entre estos inmuebles figuran el mercado, el casino minero, la iglesia,
el hospital, el teatro, el campo de fútbol o la escuela.
Las construcciones se caracterizan por la sencillez
arquitectónica, la rapidez de ejecución y la funcionalidad. La tipología
más común es la de las denominadas cuarteladas, pequeñas viviendas
dispuestas en hileras, de una planta y cubierta a dos aguas, donde se
asentaba la clase trabajadora. A partir de este tipo básico, las
edificaciones residenciales aumentan su complejidad conforme sube el
escalón social, desde las adosadas con patio, las pareadas y los chalets
hasta el modelo más completo y singular ejemplificado en la Casa del
General Manager, en Pueblo Nuevo.
Para los directivos locales o para el 'staff' de las
compañías extranjeras se siguen los patrones anglosajones aunque
simplificados, con el jardín delantero, las grandes chimeneas de
ladrillo, la proporción de huecos y la cubierta inclinada de tejas
planas, como elementos característicos.
Finalmente, el tercer sector de la Zona Patrimonial está
integrado por 79,5 hectáreas correspondientes a los 104 kilómetros de
líneas del antiguo ferrocarril que enlazaba los dos complejos mineros de
Tharsis y La Zarza con el muelle embarcadero del Odiel en Huelva.
Organizadas a partir de una vía principal y diferentes ramales
conectados con las cortas y pozos, estas líneas están jalonadas por
construcciones como cargaderos, estaciones, puentes y edificaciones de
mantenimiento.
Además de los yacimientos arqueológicos y de todo este
legado arquitectónico y minero-industrial, el decreto de inscripción de
la Zona Patrimonial protege también un amplio conjunto de bienes muebles
vinculado a ella, en su mayor parte integrado por maquinaria minera y
ferroviaria, así como por los fondos documentales del Archivo Histórico
Minero de Tharsis y el mobiliario de la biblioteca del casino minero de
La Zarza. Entre otros elementos singulares, se incluyen antiguas
locomotoras de vapor, vagones, motores, bombas hidráulicas, surtidores
de combustible, excavadoras y máquinas de elevación.
[Fuente: Junta de Andalucía]
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