24 septiembre 2005

¡VICTORIA! HISTORIA DEL ARTE SEGUIRÁ SIENDO INDEPENDIENTE

El pasado jueves conocimos la fabulosa noticia de que nuestros esfuerzos no han sido en vano: Historia del Arte seguirá siendo una titulación de grado independiente, en la que además se podrán definir especialidades propias. Son muchas las carreras que se han "salvado", además de la nuestra. A continuación reproduzco la información que difundió el diario El País:

La reforma de las carreras mantiene Historia del Arte y aplaza el debate de Humanidades
El Gobierno definirá alrededor del 50% de los contenidos de las titulaciones
CARMEN MORÁN - Madrid
EL PAÍS - Sociedad - 22-09-2005
La comisión de expertos encargada de revisar las futuras carreras universitarias para su adaptación al espacio común europeo decidió ayer que Historia del Arte seguirá existiendo. Se despeja así la polémica abierta meses atrás cuando trascendió que podría caerse del nuevo mapa de titulaciones. Algo similar ocurrió con la carrera de Humanidades, sin embargo, habrá que esperar para saber si ésta también ha sido indultada. El Gobierno definirá en los próximos meses el 50% del contenido de varias carreras, entre ellas Lenguas Modernas, y las universidades completarán el resto.
La posible eliminación de la carrera de Historia del Arte trascendió hace algunos meses a medida que iban trabajando las subcomisiones encargadas de rediseñar el futuro catálogo de títulos universitarios y levantó una fuerte polémica entre los estudiantes y profesores de esa disciplina, que organizaron varias protestas públicas. Ahora, el futuro de esos estudios ha quedado despejado. Así se acordó ayer en la reunión que mantuvieron el grupo de expertos y el secretario de Estado de Universidades, Salvador Ordóñez.
En dicha reunión se fijó un calendario de trabajo para definir los contenidos de algunas titulaciones; este proceso servirán de modelo para proseguir con el resto de las titulaciones e ir dibujando el futuro mapa de carreras. Humanidades no estaba entre las titulaciones con las que se comenzará, así pues, habrá que esperar para saber si seguirá existiendo o desaparecerá. El calendario se divide en cuatro fases, la primera de ellas, en octubre de este mismo año, cuando el ministerio definirá alrededor del 50% de un grupo de titulaciones; lo mismo hará en febrero y septiembre de 2006 con otras tantas; y en febrero de 2007 completarán otro puñado de carreras. En cada una de esas fases se trabajará con titulaciones de las distintas áreas de conocimientos. En el campo de las Humanidades se comenzará con Filosofía, Historia, Historia del Arte, Geografía y Lenguas Modernas; en Ciencias Sociales y Jurídicas se abordarán los contenidos comunes de Economía, Administración de Empresas, Derecho, Psicología, Magisterio de Infantil y Magisterio de Primaria; en la rama de las carreras técnicas se diseñará el plan de estudios mínimo de Ingeniería de Telecomunicaciones, Ingeniería Mecánica e Ingeniería Aeronáutica; las Ciencias Experimentales comenzarán con Matemáticas, Físicas, Biología, Química y Geología; por último, en Ciencias de la Salud, los trabajos empezarán con Medicina, Enfermería y Fisioterapia.
Salvador Ordóñez insistió en que el futuro catálogo de grados (como se llamarán las carreras una vez adaptadas al Espacio Europeo de Educación Superior) será "sensiblemente mayor que el actual, variado y adaptado a la demanda, teniendo siempre en cuenta la autonomía de las universidades y de las comunidades autónomas". Las universidades podrán crear cualquier título oficial que la sociedad necesite y que las Comunidades Autónomas consideren oportuno.
Podrán hacerlo siguiendo un modelo similar al que ya existe en otros países europeos, el Gobierno define grandes familias de títulos con una denominación genérica, que luego se convierten en muchos títulos a medida que las universidades van diseñando la mitad del plan de estudios que el Gobierno deja abierta.
De esta manera, al finalizar la carrera un estudiante tendrá un título general con una mención particular, del centro donde cursó los estudios, que especifique los conocimientos adquiridos. Además, es estas primeras fases de trabajo se establecerán itinerarios entre las distintas titulaciones para que el estudiante pueda saltar de una carrera a otra una vez completado un tronco común para reconducir su vocación, si así lo desea. Caben también otras fórmulas, como la doble titulación, es decir, la posibilidad de establecer un plan de estudio mediante el que se cursen dos carreras.
Lenguas Modernas será una de las carreras que se definirán en estos primeros meses. el ministerio decidirá los conocimientos básicos que estudiarán todos los que se matriculen en ella y las universidades diversificarán su oferta mediante el diseño de la mitad de su plan de estudios. Con un sistema como este podrían diseñarse filologías como la catalana o la de lengua vasca.
Ordóñez señaló además que habrá "un grado de optatividad importante" y que el mapa de titulaciones estará abierto a futuras incorporaciones que decidan las universidades.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo particularmente pienso que es una lástima la excesiva especialización de las carreras de humanidades. Por eso estoy a favor de la unificación, no sólo de Historia e Historia del Arte, sino también de Filosofía y las Filologías. Me parece lamentable que un estudiante de Historia no tenga ni una sola asignatura artística, y viceversa. La reforma de los títulos era una oportunidad para remediar esa excesiva especialización y lamento que no haya sido así. Que conste que no estoy en contra de las humanidades sino todo lo contrario. Yo misma soy estudiante de Historia por la UNED y tengo la suerte de tener cuatro asignaturas obligatorias de Historia del Arte, y varias optativas. Pero hay Universidades donde eso no ocurre. De verdad que no comprendo ese afán de cada parcela de tener su título de grado propio. Lo ideal sería un grado común en Humanidades y posgrados especializados en Historia, Literatura, Filosofía y por supuesto en Historia del Arte. Esa es mi opinión.

Alejandro Pérez Ordóñez dijo...

Bien, hay mucha gente que opina como tú, y de hecho es una de las argumentaciones básicas para los que defendían la reforma del mapa de titulaciones de grado, la cual finalmente no se llevará a cabo. Te respondo a título personal: mi opinión en este caso es que no veo el problema en la especialización en sí, sino en la imagen negativa que tenemos de ella. Me explico: hay gente que piensa como tú, que es mejor tener títulos generales y especialidades dentro de ellos. Pero, ¿no es eso lo mismo al fin y al cabo que tener titulaciones específicas para cada una de las "especialidades"? ¿No viene a ser lo mismo un licenciado en Historia del Arte que un licenciado en Historia especializado en Historia del Arte? Como tú bien dices, tu plan de estudios de Historia incluye asignaturas de Arte. Viceversa, lo mismo ocurre con el plan de estudios que yo estudié de Historia del Arte, que incluía asignaturas generales de Historia. No olvidemos también el importante papel de la libre configuración, donde entra la responsabilidad personal de cada uno para rellenarla con materias que completen las lagunas del plan de estudios propio, procedentes de otros planes de estudios (en mi caso, se trató siempre de asignaturas de la licenciatura en Historia, sobre todo de Arqueología). Así pues, mi pregunta es: ¿por qué a la hora de entrar en el mercado laboral los contratadores ven peor a un licenciado en una carrera "especializada" que a otro con una titulación más general? ¿Quién está más preparado para trabajar en un museo: un licenciado en Historia del Arte, con una formación profunda y específica en las materias que abarca la disciplina, o un diplomado en Humanidades, con muchos conocimientos generales pero menos orientados hacia un objetivo concreto? (Seguro que ahora saltará la gente de Humanidades y replicarán; no os ofendáis, por favor, es sólo un ejemplo, y tengo grandes amigos diplomados en Humanidades, que me consta leen estas líneas.) En mi opinión, el problema está en que es absurdo tener una titulación de alto nivel que es menospreciada en el mercado laboral, pero la solución no está en eliminar la titulación, sino en hacer ver que estamos bien preparados y que podemos cumplir funciones útiles en nuestra sociedad. Eliminar la titulación habría sido calificarnos de inútiles, cuando yo creo que el inútil es el empresario que tira a la papelera sistemáticamente los curricula de los historiadores del arte que llegan a su mesa de despacho. Contra esa ceguera hay que luchar, pero no entorpecerla más con otra ceguera, la de los "antiespecialización". Ha costado muchos años de sacrificio alcanzar las cotas de reconocimiento científico y académico que ha logrado una titulación como la licenciatura en Historia del Arte, mucha lucha histórica por que existiera, separada de Historia, como para ahora andar dando pasos atrás pretendiendo que creamos que eso es el progreso y no el regreso. Los historiadores del arte sufrimos el "síndrome de la eterna justificación", pues siempre tenemos que estarnos justificando, y casi pidiendo disculpas por existir. ¡Pero si somos la titulación de Letras con más alumnos matriculados en España! Por algo será.