Acaba de abrir sus puertas, en el Museo Nacional del Prado, una de las exposiciones más importantes de la temporada en Madrid, además de la más completa muestra sobre el trabajo de Jacopo Tintoretto (Venecia, 1518 - 1594) realizada en los últimos setenta años. Se trata de una ocasión excepcional de ver reunido un conjunto sustancial de su obra, en la que es la primera antológica dedicada al italiano en nuestro país y la segunda en todo el mundo, después de la que tuvo lugar en el Palazzo Pesaro de Venecia, en 1937. La trascendencia de esta exposición ha implicado una cuidadosa y muy estricta selección de obras, lo que ha supuesto dejar fuera algunos cuadros del propio Museo del Prado y, de la misma manera, basándose siempre en la calidad, han sido incluidas algunas obras tardías en las que se aprecia la mano de colaboradores o ayudantes del propio Tintoretto, como es el caso del Entierro de Cristo de la Iglesia de San Giorgio Maggiore, en Venecia.
La exposición está compuesta por cuarenta y nueve pinturas, trece dibujos y tres esculturas, procedentes de colecciones de todo el mundo, que nos permiten recorrer una parte de su producción, así como apreciar la diversidad de géneros en los que trabajó. No obstante, se ha querido hacer hincapié en dos aspectos concretos: por un lado, la pintura religiosa, materia en la que Tintoretto logró sus mayores éxitos, y, por otro, la importancia que tiene el proceso creativo en el desarrollo de su trabajo. Así, quien visite la exposición observará el valor que se concede al "disegno", como medio de aprendizaje y experimentación, siendo el dibujo un elemento fundamental en la labor compositiva de Tintoretto.
Pocos artistas están tan ligados a una ciudad como Tintoretto lo está a Venecia, donde pintó y donde se encuentran gran parte de sus obras maestras. Esta ciudad italiana, que vio florecer a importantes representantes de la pintura del siglo XVI, fue también parada obligada para pintores que manifestaron su admiración por la figura de Tintoretto y cuya influencia es notable en su trabajo. En este sentido, la ubicación de esta exposición en la galería central del Museo del Prado, en paralelo a El Greco, Velázquez y Rubens es un acierto y ha sido uno de los factores a tener en cuenta a la hora del montaje. Entre las pinturas más significativas de la muestra, merecen destacarse La Última Cena (Iglesia de San Marcuola en Venecia) y el Lavatorio del Museo del Prado, ambas pintadas para la Iglesia de San Marcuola en Venecia, y que se exhiben juntas por primera vez después de 400 años; Venus, Vulcano y Marte (Alte Pinakothek, Múnich) y el Origen de la Vïa Lactea (The Nacional Gallery, Londres), como ejemplos de temática mitológica y retratos como el de Lorenzo Soranzo (Kunsthistorisches Museum, Viena).
[Fuente: MasDeArte.com]
1 comentario:
Tintoretto, que maravilla de color renacentista, espero poder ir pronto a ver a esta maravilla de artista al Prado, gracias por recordarnoslo.
De paso te doy un voto 20minutero
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