Ortofoto de la iglesia de la Santísima Trinidad. [Foto: CSIC] |
Sus restos revelan que se trataba de un edificio de 17 metros de ancho por 24 metros de largo, distribuido en tres naves y un ábside orientado hacia el este. El templo presenta una gran riqueza decorativa: capiteles, columnas de mármol, fragmentos de mosaico y opus sectile con mármoles de diferentes colores, entre otros elementos. Para la investigadora del CSIC en la Escuela Española de Historia y Arqueología Leonor Peña-Chocarro, que dirige el proyecto, “la riqueza ornamental de la iglesia, resultado de una importante inversión económica, refleja su importante papel en el territorio”.
El templo se ubica dentro de la zona amurallada de la ciudad, donde también se han empezado a excavar recientemente los restos del palacio de los condes de Tusculum. A este linaje aristocrático pertenecieron algunos de los más importantes personajes de los siglos centrales de la Edad Media, como los tres papas que ocuparon la Cátedra de Pedro durante la primera mitad del siglo XI: Benedicto VIII, Juan XIX y Benedicto IX.
Terracota arquitectónica hallada durante la excavación arqueológica. [Foto: CSIC] |
Para conocer el modo de vida económico, social y religioso, el proyecto Tusculum en época medieval: territorio, paisaje, economía y sociedad se enfoca desde un punto de vista multidisciplinar que incluye arqueólogos, arqueobiólogos, geólogos, topógrafos e ingenieros. Peña-Chocarro destaca el papel de la arqueobiología, que “está permitiendo la reconstrucción del paisaje y de la economía del territorio”.
La última campaña de investigación ha sido financiada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y cuenta con la participación de la Universidad de Roma “La Sapienza”, la de Chieti-Pescara y la de Módena y Reggio Emilia (todas ellas en Italia), y la Universidad de Zaragoza; así como la Sovrintendenza per i Beni Archeologici del Lazio, la XI Comunità Montana “Castelli Romani e Prenestini” y los ayuntamientos italianos del área: Frascati, Monte Porzio Catone, Montecompatri y Grottaferrata. Por último, también han colaborado en el proyecto un grupo de voluntarios locales (Gruppo Archeologico Latino) y otro de estudiantes procedentes de varias universidades españolas e italianas.
[Fuente: CSIC]
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