El viernes 13 de enero de 2011 se celebró en la Casa de la Cultura de Olvera (Cádiz) la presentación del número 6 de la revista Papeles de Historia, coeditada por la Asociación Papeles de Historia, con sede en Ubrique, y el Grupo de Investigación Sierra de Cádiz: historia, patrimonio, cultura, del Aula de la UNED de Olvera, con el patrocinio de los ayuntamientos de Ubrique y Olvera. En el mismo acto el arqueólogo Luis Javier Guerrero Misa dio una conferencia titulada "Excavaciones arqueológicas en la ladera del Castillo de Olvera". Abrió la sesión la concejal de Cultura del Ayuntamiento olvereño, Dolores Rodríguez Maqueda, quien resumió los fines de las entidades coeditoras y subrayó el patrocinio de la corporación municipal a esta iniciativa cultural. Seguidamente Juan Antonio del Río, miembro del grupo de investigación, resumió los contenidos de la revista y presentó al conferenciante, que también es miembro del grupo de investigación.
La disertación consistió en un resumen del artículo que conjuntamente con la arqueóloga portuense Ester López Rosendo ha publicado en dicha revista con el título de "El descubrimiento de un nuevo enclave tartésico-orientalizante en la Sierra de Cádiz: el «oppidum» de Olvera". Guerrero explicó que "las causas que dieron origen a estas excavaciones arqueológicas de urgencia fueron las obras de construccion de un aparcamiento al descubierto en la ladera Norte del cerro del castillo, financiado con fondes FEDER, en el marco de la iniciativa de creación de infraestructuras culturales y turísticas denominada Culturcad, promovida por la Diputación de Cádiz. Durante las primeras explanaciones realizadas en febrero de 2006 sobre la ladera, aparecieron grandes cantidades de cerámicas de todo tipo y lo sorprendente fue que, en contra de lo que cabría esperar, no eran cerámicas medievales (nazaríes o cristianas) procedentes de la ocupación del castillo, sino cerámicas tartésicas, orientalizantes e ibéricas de gran espectacularidad. Ello dio origen a la intervención arqueológica que dirijimos y cuyo resultado más palpable fue la constatación de la existencia de unos muros tartésicos bajo la línea de murallas del castillo, con gran abundancia de materiales arqueológicos tanto tartésicos, orientalizantes, como ibéricos posteriores, que nos indican, con claridad, la existencia de un oppidum prerromano, con una cronología que podría abarcar entre fines del siglo VII a.C. y el siglo III a.C.".
Según Guerrero, "este oppidum estaría situado en un lugar estratégico de comunicaciones, auténtica encrucijada de caminos, en una intersección que controla el paso hacia el Valle del Guadalquivir a través del río Corbones, la salida hacia la campiña de Campillos-Antequera por el Este, y el cauce del Guadalete (a través del río Guadalporcún) con salida hacia Ronda-Acinipo-Málaga por el Suroeste. Algunas cerámicas nos hacen pensar más en una relación con las colonias fenicias de Málaga que con las de Cádiz. Además, pudimos comprobar la existencia de materiales prehistóricos de momentos del Neolítico Final (IV milenio a.n.e.) por un lado y del Calcolítico Campaniforme por otro, dando una dilatada secuencia cronológica al asentamiento (y por ende a la propia ciudad), junto con los lógicos materiales medievales y modernos procedentes del castillo. Curiosamente, en esta secuencia no se detectaron materiales romanos de ningún tipo, lo que nos hace sospechar que la fortaleza ibérica, situada en el cerro del castillo, pudo ser destruida durante la Segunda Guerra Púnica por los propios romanos y que no se volvió a habitar en ella hasta época musulmana".
[Fuente: SierradeCadiz.com]
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