15 junio 2009

Petición de Florencia


Con ocasión del encuentro en Florencia sobre la didáctica de la Historia del Arte que tuvo lugar el viernes 22 y sábado 23 de mayo de 2009, se ha decidido hacer esta “Petición de Florencia” para concienciar a las élites políticas, a los futuros eurodiputados y a la opinión pública de la importancia de que exista una enseñanza de la historia del arte en la educación primaria y secundaria en todos los países de Europa con el fin de mejorar la formación de los ciudadanos europeos del futuro.

Esta “Petición de Florencia” se ha colgado en Internet en varios países de la Unión Europea para garantizar su amplia difusión.

Las actividades de la campaña están coordinadas en Francia por la Association des Professeurs en Archéologie et Histoire de l'art des Universités, APAHAU (www.apahau.org) y en Italia por la Associazione Nazionale Insegnanti Storia dell´Arte, ANISA (www.anisa.it)

En España coordina la campaña el CEEH, Centro de Estudios Europa Hispánica. El Centro de Estudios Europa Hispánica tiene por objeto la investigación sobre la dimensión internacional de la Monarquía Hispánica, con especial énfasis en la presencia e influencia españolas en los dominios europeos de los Austrias, así como el estudio de las relaciones políticas, religiosas, culturales y artísticas que existieron entre estas tierras y sus gentes en los siglos XVI y XVII.

El CEEH es una iniciativa privada independiente de los poderes públicos. Realiza sus actividades con financiación propia o asociándose con otras instituciones.

Reproduzco a continuación la Petición de Florencia. Se pueden realizar adhesiones firmándola en el siguiente enlace: http://peticion.ceeh.es/



Petición de Florencia
Un decidido gesto en pro de Europa: una enseñanza de la Historia del Arte en todos los países de la Unión. Cada año millones de ciudadanos de la Unión Europea, esos mismos que están invitados a votar el próximo 7 de junio, se benefician del principio de libre circulación para descubrir los paisajes, los museos, el legado del pasado y las obras de arte contemporáneas de sus vecinos europeos. ¿Qué hacer para convertir este formidable movimiento, estos múltiples descubrimientos, en un capital europeo y un recurso para la edificación de Europa? Transformar, a través de la enseñanza de la historia del arte en la escuela, aquello que en principio es producto del consumo en un proceso de aculturación, de toma de conciencia de un patrimonio común, de apropiación de una historia artística vivida bajo el signo del intercambio desde hace milenios, desde Segovia a Cracovia, desde Atenas a Edimburgo o Copenhague, desde Florencia a Munich y Budapest. Dar una dimensión europea a dicha enseñanza de la historia del arte, que no existe en este momento mas que en algunos países, instituirla en todos los países de Europa, supondría dar un notable impulso -al asociar a los futuros ciudadanos de Europa a su propia historia- a una Europa de la cultura. Mientras que la historia de Europa ha estado hecha durante mucho tiempo de conflictos que han enfrentado a las gentes, de tratados que han dividido arbitrariamente los territorios, de lenguas impuestas injustamente y de dominaciones culturales, mientras que el funcionamiento de la Unión se vive como algo complejo y lejano, la historia de las formas artísticas es en Europa un constante proceso de intercambio, de enriquecimiento mutuo en un espacio común en todos los ámbitos de la creación, desde el modesto cantero de pueblo (que integra los saberes y las referencias arquitectónicas llegadas de distintos países) a Leonardo da Vinci, Picasso e Ingmar Bergman. Así, la aportación de los « Bárbaros » hace que Roma revitalice la herencia artística de la civilización griega, en la España de los Omeyas se da una brillante síntesis entre las culturas árabes y europeas –particularmente en la arquitectura- y antes de la I Guerra Mundial el Art Nouveau (también llamado, según el país, Jugendstil, Stile Liberty, Modern Style o Modernismo) reúne, a pesar de las tensiones nacionales y lingüísticas, a una comunidad europea de las artes. Instituir la enseñanza de la historia del arte en la escuela en todos los países de la Unión permitiría a sus habitantes comprender el espíritu de comunidad artística que une a Europa desde hace tres milenios. Las obras de arte, desde la Mezquita de Córdoba a las fotografías de torres de extracción de agua de los Becher, estudiadas en su dimensión histórica, son el mejor acercamiento posible al conocimiento de las religiones, de los cambios en las ideas y de las civilizaciones que han forjado la historia del continente, así como al lugar en el arte que puede ocupar Europa dentro de la actual civilización global en tanto que las formas artísticas toman nuevas vías y que los intercambios se aceleran y se multiplican. El lenguaje de las imágenes, muy presente en las manifestaciones contemporáneas, es común a todos los ciudadanos de la Unión. Una formación de al menos una hora semanal en historia del arte en los 27 países miembros de la Unión sería para los jóvenes europeos una preciosa ocasión de encuentro con la riqueza artística de su ciudad, de su país y de Europa, de invitación a la movilidad y al descubrimiento en el seno del continente y de integración cultural europea en el respeto a la historia. Desde el patrimonio industrial a las bellas artes tradicionales, desde los vestigios arqueológicos a las creaciones más contemporáneas, esta enseñanza estaría por supuesto abierta a todos los componentes y todas las poblaciones que hoy forman parte de Europa y asimismo contrastaría los objetos de la civilización europea con las culturas del resto del mundo estando abierta al futuro e integrando plenamente la creación actual. La instauración de la enseñanza de la historia del arte, desde la escuela hasta la educación secundaria, en todos los países de Europa es un gesto que la Unión debe hacer en pro de Europa, de sus generaciones futuras, de la conciencia de su porvenir.


Entre los firmantes:

• Miguel Zugaza, Director del Museo del Prado, Madrid
• Guillermo Solana, Director del Museo Thyssen Bornemisza, Madrid
• Manuel Borja Villel, Director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid
• Jesusa Vega, Directora de la Fundación Lázaro Galdiano, Madrid
• Marc Fumaroli, miembro de l´Académie Française y Professeur honoraire au Collège de France
• Pierre Rosenberg, miembro de l'Académie Française y Directeur général honoraire du Musée du Louvre
• Jean Clair, historiador del arte
• Suzanne Pagé, Directora de la Fondation Louis Vuitton pour la Création
• Jean-Claude Schmitt, Director de estudios en la École des Hautes Études en Sciences Sociales, París
• Elisabeth Taburet, Directora del Musée de Cluny, París
• Roland Recht, Professeur au Collège de France
• Cesare de Seta, catedrático de Historia del Arte y la Arquitectura Moderna y Contemporánea, Istituto Italiano di Scienze Umane, Firenze-Napoli
• Mina Gregori, Directora de la Fundación Longhi para el Estudio de la Historia del Arte y catedrática de la Universidad de Florencia
• Anna Ottani Cavina, catedrática de Historia del Arte Moderno, Universidad de Bolonia


También se puede leer la noticia que apareció publicada en ABC (archivo PDF) el miércoles 3 de junio de 2009.

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